Parece simple, pero este acompañamiento presente en cada comida catalana es un arte: pan de payés tostado frotado con tomate maduro, aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal. Es la base perfecta para jamón ibérico, quesos locales, anchoas de l'Escala o simplemente solo. Los barceloneses lo comemos a diario y discutimos apasionadamente sobre si el tomate debe rallarse o cortarse por la mitad, si va antes el aceite o después, y qué pan es el más adecuado. 🍅🍞🧂🫒 Dato curioso: Aunque hoy parece una tradición milenaria, el pa amb tomàquet se popularizó a principios del siglo XX como forma de aprovechar el pan duro y los tomates demasiado maduros en una época de escasez. Hoy es tan importante que muchos restaurantes traen los ingredientes por separado para que cada comensal lo prepare a su gusto.